
La minería es el cáncer para Quimsacocha y todas las fuentes de agua
Serias advertencias han hecho voces autorizadas de profesionales médicos, agrónomos y más expertos. La contaminación del agua por la explotación minera incrementa el riesgo de varios tipos de cáncer. Esa es una de las más drásticas alertas con relación a la explotación minería en Quimsacocha, en el Macizo del Cajas. Sus aguas se contaminarán con los cancerígenos arsénico y mercurio.
El Instituto del Cáncer Solca Cuenca activó una de las mayores alertas. Lo hizo a través de una publicación, con el respaldo de la Dirección Médica y sus 29 médicos especialistas.
La evidencia científica es clara: la minería, sin controles estrictos, puede liberar metales pesados como arsénico, cadmio y mercurio al agua, aumentando el riesgo de cáncer y otras enfermedades graves.
Así lo enfatiza Solca Cuenca y enumera las formas cómo la contaminación del agua incrementa el riesgo:
- Consumo directo: Agua contaminada usada para beber o cocinar.
- Contacto dérmico prolongado: Baños o lavado de ropa con agua contaminada.
- Acumulación en alimentos: Riego agrícola con agua contaminada (metales pesados en vegetales)
- Bioacumulación en fauna acuática: Peces y mariscos absorben mercurio, arsénico o cadmio.
Los especialistas de Solca detallan las formas de contaminación del agua por la minería, aún más considerando que Quimsacocha es una fuente hídrica de mucha importancia para Cuenca y otras zonas.
- Arsénico en agua potable: La Organización Mundial de la Salud indica que exposiciones mayores a 10 ug/l aumentan significativamente el riesgo de cáncer en la piel, vejiga y pulmón.
- Cadmio: Estudios epidemiológicos en zonas mineras muestran tasas más altas de cáncer de pulmón y riñón en poblaciones expuestas.
- Cromo VI: Casos documentados en comunidades cercanas a industrias y minas con agua contaminada presentan más cáncer gástrico.
- Mercurio: Aunque la evidencia con cáncer es menos fuerte que en daño neurológico, existen estudios que sugieren relación con tumores renales.
En el siguiente cuadro, los especialistas detallan los efectos en la salud y los tipos de cáncer asociados. Estos van desde las afectaciones a la piel hasta a los pulmones.
| Contaminante | Fuente en minería | Efecto de salud | Cánceres asociados |
| Arsénico | Minería de oro, cobre, plomo, refinado de metales | Disuelto en agua subterránea o superficial | Cáncer de piel, vejiga y pulmón (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. Grupo 1, evidencia sólida) |
| Cadmio | Minería de zinc, plomo, cobre | Acumulación en suelos y aguas | Cáncer de pulmón, próstata (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. Grupo 1) |
| Mercurio | Minería de oro artesanal y amalgación | Bioacumulación en peces y agua | Sospecha de relación con cáncer de riñón y cerebro (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. Grupo 2B, posible carcinógeno) |
| Cromo VI | Minería de cromita, procesos industriales | Agua contaminada y polvos | Cáncer de pulmón y estómago (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer Grupo 1) |
| Silice cristalina | Exposición al polvo minero | Inhalación y depósito en pulmón | Cáncer de pulmón |
| Uranio y radio | Minería de uranio o fosfatos | Radioactividad en agua y aire | Cáncer de pulmón, hueso y leucemia (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer Grupo 1) |
El Colegio de Ingenieros Agrónomos del Azuay también manifiesta su preocupación ante el riesgo de permitir minería en zonas de recarga hídrica. Se refieren al impacto en la biodiversidad, a la contaminación y reducción de la calidad del agua. Pero, sobre todo, les preocupa las amenazas a los sistemas alimentarios.
Los expertos consideran que un suelo degradado y el agua de riego contaminada impactan directamente en la productividad agropecuaria. La minería en zonas de recarga hídrica intensifica los problemas de erosión de los suelos y la pérdida de tierra agrícola productiva. Por esto, el gremio de ingenieros agrónomos exhortan a valorar con responsabilidad los riesgos ambientales y sociales.
Arsénico entre millones de toneladas de material
De acuerdo con el Catastro Minero 2020, más de 50.000 hectáreas del Macizo del Cajas están concesionadas para la explotación minera metálica. De esas, 8.000 hectáreas es para el Proyecto Loma Larga en la zona de Quimsacocha, ubicada entre los cantones San Fernando, Cuenca y Girón.
En una entrevista en En Blanco y Negro, el activista Enrique Serrano anticipó que en Loma Larga, mediante explotación minera subterránea, pretenden en 12 años extraer dos tipos de concentrados: 1’800.000 toneladas de concentrado oro-pirita y 200.000 toneladas de concentrado oro-cobre.
«El problema es que está en una zona volcánica y allí el oro está asociado con el arsénico. La propia empresa minera reconoce, en su estudio de factibilidad, que el 8,5% de concentrado de arsénico. Entonces, en estos concentrados minerales, se extraerán 17.000 toneladas de ese metaloide».
Pero eso no es todo. Serrano afirma que se extraerá 14’000.000 de toneladas de material desde una mina subterránea. De estas, 2’000.000 de toneladas se exportará como concentrados y de las 12’000.000 de toneladas restantes, 6’500.000 reintroducirán en la cueva y las 5’500.000 toneladas van a dejar en la relavera (una especia de cuenco gigante), expuestas al aire libre.
Al encontrase en una altitud de entre 3.500 y 3.900 metros sobre el nivel del mar, «de ahí va chorrear el arsénico hacia los ríos Irquis (fluye hacia Cuenca) y Rircay (va hacia el valle de Yunguilla y hacia el Pacífico)», es la advertencia de Enrique Serrano.
Esa es la razón principal de oposición a la minería en Quimsacocha y en el Macizo del Cajas. En esta cruzada en defensa de estas fuentes naturales de agua se han sumado diversos frentes como el Colegio de Enfermeras del Azuay, la Asociación Hotelera del Azuay, el Colegio de Ingenieros Civiles y muchos otros.